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Ciencia argentina: oftalmólogo platense desarrolló una microcirugía que devuelve la vista tras golpes o malformaciones

Una innovación médica nacida en la ciudad de La Plata está abriendo una puerta inesperada para personas que habían perdido la visión y no tenían tratamientos efectivos disponibles. Se trata de una microcirugía mínimamente invasiva diseñada por el cirujano oftalmológico platense Dr. Andrés Germán Alza, capaz de restaurar la visión útil en pacientes afectados por golpes o por malformaciones congénitas que dañan la pupila.
La técnica —ya aplicada con éxito en varios casos— incluso permitió que un paciente volviera a ver después de 58 años de ceguera en un ojo. Un avance que ubica a la ciencia argentina en un lugar de vanguardia dentro de la oftalmología mundial.
Un problema que condena a la oscuridad
La lesión que el Dr. Alza se propuso resolver se conoce como “pupila oculta”, una condición que aparece cuando la apertura natural del ojo —la pupila— queda bloqueada por un traumatismo severo o por una alteración genética.

Sin ese “diafragma” por donde ingresa la luz, los pacientes viven en penumbra o directamente quedan ciegos. Hasta ahora, los procedimientos disponibles eran complejos, con resultados limitados y un alto riesgo de dañar el cristalino, la lente natural del ojo.

Una técnica que cambia el panorama
Para enfrentar ese desafío, el Dr. Alza desarrolló y estandarizó la Pupiloplastia Retroiridiana Fáquica, una microcirugía que trabaja por detrás del iris para reconstruir una nueva pupila funcional.
El procedimiento se distingue por varios puntos clave:
- Es mínimamente invasivo y no requiere suturas.
- Preserva la lente natural del ojo, algo que no lograban las técnicas tradicionales.
- Reduce notablemente el riesgo de cataratas u otras complicaciones.
- Permite recuperar no solo la visión, sino también la estética natural del ojo.
Gracias a estos beneficios, la técnica se transformó en una opción concreta para personas que habían perdido las esperanzas de volver a ver.
Volver a ver después de 58 años
El avance ganó reconocimiento con un caso que sorprendió incluso al propio equipo médico. Un paciente de 62 años, que había sufrido un golpe en la infancia y llevaba 58 años sin visión en un ojo, recuperó la capacidad de ver tras someterse a la intervención.
“El paciente pasó de la penumbra absoluta a recuperar visión útil y un resultado estético óptimo”, confirmaron desde el equipo. Un verdadero renacer visual después de más de medio siglo.

Formación y trayectoria detrás de una innovación argentina
El desarrollo de esta técnica es fruto de una sólida formación académica y de la búsqueda constante de nuevas soluciones en el ámbito de la oftalmología.
El Dr. Andrés Germán Alza es Médico egresado de la Universidad Nacional de La Plata y Especialista en Oftalmología con aval de la UNLP y el Colegio de Médicos bonaerense.
Completó un Máster en Oftalmología en la Universidad Católica de Salta y realizó su residencia en el Hospital Privado de Comunidad de Mar del Plata. Su capacitación internacional incluye rotaciones en centros de referencia mundial como el Institut Barraquer en España y el Bascom Palmer Eye Institute en Estados Unidos.
En Argentina, sumó experiencia en el Hospital de Niños Sor María Ludovica y en la Fundación Zambrano. También es autor de varios artículos científicos publicados en revistas especializadas.
Actualmente dirige la Clínica Privada de Ojos Dr. Enrique Alza, en La Plata, desde donde lidera este avance que ya está cambiando vidas.








